DERECHOS , NO CARIDAD

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DISCAPACIDAD EN ACCION

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domingo, 28 de agosto de 2011

La vida diaria con mi amor ciego - Creen que sí veo

Por: Andrea Murguía
2011-08-24

Creen que sí veo

Creen que sí veo. Me platica Marcos, mi compañero invidente, refiriéndose a sus pacientes. -Se admiran, dice orgulloso de sí mismo. -¿Por qué, qué te dicen? Inmediatamente empecé a indagar.

Marcos vive en un departamento que está sobre la casa de su familia. El consultorio está al frente de la casa. Y la escalera para llegar a la planta baja es externa. Cuando ven al “mejor rehabilitador físico del mundo” –como le llamo ahora a Marcos- bajar las escaleras corriendo, él ha escuchado “y no ve ¿eh?”, de algunos pacientes que lo presumen con la familia que los acompaña al consultorio por primera vez. Al terminar de bajar, se gira para esquivar los carros adentro estacionados y vuelve a girar para seguir por la pared que lo conduce al final hasta la puerta del consultorio. Va caminando muy seguro y determinado cuando ¡pácatelas! choca con una silla de las que tiene para que sus pacientes esperen su turno. Si los pacientes ya son de confianza se les escucha decir –¡uy! Y yo que venía a presumir que usted no choca con nada.

Cuando ya es de noche por lo general Marcos prende la luz dentro del consultorio. Y a veces también prende la luz del baño que se encuentra ahí dentro. Entonces ha habido pacientes que le interrogan –así que, ¿usted sí puede ver algo no? O ¿para qué necesita la luz si se supone que no ve nada? Él me platica que la razón de prender la luz de noche es que él es consciente de que ya está oscuro a esa hora y las personas que estarán dentro del consultorio la necesitarán. Respecto a la luz del baño, dice que el apagador además de encender la luz, prende el extractor. Marcos platica que a veces algunos pacientes o familiares de los pacientes, despiden un olor muy fuerte y desagradable. Unos o los otros le dicen –se lo olvidó apagar la luz del baño. Pero en realidad Marcos quiere provocar una mayor ventilación. Y la verdad aunque yo sí veo, estando en esa situación a mí también se me “olvidaría apagar la luz”.



También le ha pasado que al terminar de atender a un paciente éste se levanta de la camilla justo con la postura que Marcos le señaló como incorrecta. En ese momento los corrige y ellos responden –ay pero ¿cómo supo que lo hice así? Él les explica que es deber suyo observarlos para detectar sus posturas. Así que aunque ellos estén distraídos platicando o acomodándose, Marcos los está escuchando detenidamente para detectar sus movimientos.

Por otro lado, ha habido indiscretos que se atreven a decirle –para mí que usted se hace el que no ve. Yo le pregunté a Marcos pero ¿qué ganarías con fingir que no ves? –Ellos creen que sólo me comporto como ciego con tal de ver chavas desnudas. -¡Ay qué tontería! Pensé yo. Y él continuó –yo les respondo que no atiendo sólo a mujeres, también atiendo a hombres, niños, niñas, adolescentes y gente mayor. Entre ellos, gente pasada de peso, que no tiene higiene o amputada. Además no todas las mujeres huelen bien, es más hay algunos cuerpos con los que pienso, si tan maltratada se siente su piel, no me quiero imaginar cómo se ve. Como yo lo pienso, es que en muchos casos es una ventaja para mí ser invidente. Puedo atender mejor, ya que no me distrae lo visual agradable ni lo visual desagradable.

Al final me platicó que ya está habituado a estos comentarios. No le incomodan. En esta etapa de su vida le afecta más que sus pacientes le digan que está “repuesto”. Eso sí lo pone de mal humor. Yo le digo que más bien está “apuesto” para que vuelva el buen humor. Y coincidimos en que todo esto es parte de vivir la discapacidad como una experiencia en la vida.

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¿Quién es Andrea Murguía?

Estudié Ciencias de la Comunicación. Me gusta fotografiar detalles e instantes únicos. Junto con mi compañero de vida, Marcos Velázquez he ofrecido por nueve años la conferencia En Contacto con la Ceguera, en donde hablamos sobre la experiencia de él al perder la vista durante su adolescencia. Acercamos el tema de la discapacidad visual a la percepción de la realidad social de las personas con la intención de cambiar la idea y la actitud. Debido a esta labor estudié Locución y expresión verbal para mejorar mi desempeño en acción.

Recientemente descubrí que escribo. Por muchos años escribí en mi mente. Repasaba oraciones en mi cabeza que pensaba que se escucharían bien si yo fuera escritora. Soy comunicadora y ahora entiendo que no sólo puedo transmitir los mensajes que pertenecen a los demás, sino también los propios y encuentro en la escritura una forma natural de hacerlo.

Para contactar a Andrea Murguía

informes@masajeyconferencias.com

2 comentarios:

  1. hola, acabo de leer esta historia y me conmovió, me parece muy interesante y motivadora para leer, gracias por compartirla con todos nosotros

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  2. Hola, buen día. Soy la escritora de la serie "La vida diaria con mi amor ciego". Gracias por compartir mis relatos. Deseo informarles también que los datos correctos de contacto son:

    Twitter: @AndreaEscritora
    Email: andreamurmon@hotmail.com

    Gracias y hasta pronto!!

    Andrea Murguía

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