Experiencia en Cuzco
Experiencia en Cuzco
Queridos amigos, quisiera comentarles mi experiencia en mi viaje a Cuzco. La ciudad de Cuzco es muy hermosa, es una mezcla de historia, misticismo y la capital del Gran Imperio del Inca. Pero a pesar de haber vivido una gran aventura en este viaje al conocer un poco mas de nuestra historia, tuve dificultades con algunos guías y personas que no comprendían la igualdad de derechos de toda persona con discapacidad. El día martes muy temprano salí de la cuidad de Cuzco hacia aguas calientes, por tren en PERU RAIL, al pedirles apoyo para subir al tren, refutaron diciendo que estaban muy ocupados realizando otras cosas, entonces mi papa solo, tuvo que cargarme para subir al tren. Ya en la ciudad de Aguas calientes querían cobrarnos dinero por haber trasladando la silla de ruedas en el lugar de equipajes, creo que no es lo justo, ya que la silla es importante para trasportarnos. Luego de ese percance converse con los serenos de la Municipalidad de Machu Picchu para que puedan orientarme y coordinar con una persona que pueda apoyarme para subir y poder conocer la Ciudadela de Machu Picchu. Ellos nos pidieron nuestros datos y se comprometieron en ir al hotel donde estaba hospedada para coordinar el apoyo para el día siguiente. A pesar de la insistencia nunca llegaron. Al día siguiente, sin el apoyo prometido nos enrumbamos a Machu Picchu, al llegar a la ciudadela inca y al comentarle al guía que los serenos nos falla ron, nos respondió de manera tosca, que ya el me había advertido que era difícil tener ese apoyo y que solo podría llegar a la parte inicial donde hay una paja y una banca de madera. No saben el sentimiento de frustración, de haber ido desde tan lejos, y con tanta ilusión, pero gracias a Dios, al apoyo de mi familia y de algunos turistas extranjeros, pude ir avanzando poco a poco, hasta llegar al templo de las 3 ventanas. Es una pena que entre peruanos nos estemos poniendo obstáculos, y que estando en el "Decenio de las personas con discapacidad", no se este creando conciencia en muchas personas. El trato de los extranjeros que pude conocer, frente a las personas con discapacidad es muy distinto, es otra cultura, el apoyo y fuerza que ellos me brindaron me permitió olvidar los malos momentos vividos. Pero también pude conocer guías muy concientes como el gran Benjamin, quien me apoyo en todo momento, dándonos algunas rutas alternativas para conocer algunas ruinas como Pisac y Ollantaytambo, entre otras. Gracias a Dios y el apoyo de muchas personas pude conocer Machu Picchu, el valle sagrado y otros lugares. Con este relato, quisiera alentarlos para no quedarnos con los brazos cruzados, sigamos luchando por la igualdad de derechos, por ir creando conciencia en cada persona que nos rodea y no amilanarnos frente las dificultades. Un abrazo
Queridos amigos, quisiera comentarles mi experiencia en mi viaje a Cuzco. La ciudad de Cuzco es muy hermosa, es una mezcla de historia, misticismo y la capital del Gran Imperio del Inca. Pero a pesar de haber vivido una gran aventura en este viaje al conocer un poco mas de nuestra historia, tuve dificultades con algunos guías y personas que no comprendían la igualdad de derechos de toda persona con discapacidad. El día martes muy temprano salí de la cuidad de Cuzco hacia aguas calientes, por tren en PERU RAIL, al pedirles apoyo para subir al tren, refutaron diciendo que estaban muy ocupados realizando otras cosas, entonces mi papa solo, tuvo que cargarme para subir al tren. Ya en la ciudad de Aguas calientes querían cobrarnos dinero por haber trasladando la silla de ruedas en el lugar de equipajes, creo que no es lo justo, ya que la silla es importante para trasportarnos. Luego de ese percance converse con los serenos de la Municipalidad de Machu Picchu para que puedan orientarme y coordinar con una persona que pueda apoyarme para subir y poder conocer la Ciudadela de Machu Picchu. Ellos nos pidieron nuestros datos y se comprometieron en ir al hotel donde estaba hospedada para coordinar el apoyo para el día siguiente. A pesar de la insistencia nunca llegaron. Al día siguiente, sin el apoyo prometido nos enrumbamos a Machu Picchu, al llegar a la ciudadela inca y al comentarle al guía que los serenos nos falla ron, nos respondió de manera tosca, que ya el me había advertido que era difícil tener ese apoyo y que solo podría llegar a la parte inicial donde hay una paja y una banca de madera. No saben el sentimiento de frustración, de haber ido desde tan lejos, y con tanta ilusión, pero gracias a Dios, al apoyo de mi familia y de algunos turistas extranjeros, pude ir avanzando poco a poco, hasta llegar al templo de las 3 ventanas. Es una pena que entre peruanos nos estemos poniendo obstáculos, y que estando en el "Decenio de las personas con discapacidad", no se este creando conciencia en muchas personas. El trato de los extranjeros que pude conocer, frente a las personas con discapacidad es muy distinto, es otra cultura, el apoyo y fuerza que ellos me brindaron me permitió olvidar los malos momentos vividos. Pero también pude conocer guías muy concientes como el gran Benjamin, quien me apoyo en todo momento, dándonos algunas rutas alternativas para conocer algunas ruinas como Pisac y Ollantaytambo, entre otras. Gracias a Dios y el apoyo de muchas personas pude conocer Machu Picchu, el valle sagrado y otros lugares. Con este relato, quisiera alentarlos para no quedarnos con los brazos cruzados, sigamos luchando por la igualdad de derechos, por ir creando conciencia en cada persona que nos rodea y no amilanarnos frente las dificultades. Un abrazo
Carmen Blanco
c_ariana@yahoo.comVie, 25 de Jul, 2008Fuente: http://espanol.groups.yahoo.com/group/DISCAPACIDAD_EN_ACCION
